EUROPA
PRESS
23 noviembre
2018
Descubren
una hormona que mejora la función sexual masculina
Científicos han adquirido nuevos
conocimientos sobre cómo el "regulador maestro" de la reproducción
afecta al cerebro de los hombres. En un nuevo estudio, investigadores del
Imperial College de Londres, en Reino Unido,
estudiaron cómo una hormona recientemente descubierta llamada kisspeptina altera la actividad cerebral en voluntarios
sanos. La hormona, conocida como el regulador de la reproducción, no solo tiene
un papel crucial en la producción de espermatozoides y óvulos, sino que también
puede estimular los comportamientos reproductivos.
En la nueva investigación, los autores evaluaron cómo afecta
la hormona al cerebro cuando está "en reposo". La llamada actividad
cerebral en reposo es el estado en el que nuestro cerebro entra cuando no se
concentra en una tarea. El estado de reposo es crucial para comprender qué
sucede cuando el cerebro está activo. Además, el estudio del cerebro en reposo
permite a los científicos examinar redes cerebrales grandes que se sabe que son
anormales en varios trastornos psicológicos, y ver si ciertas hormonas o drogas
pueden afectar a ello.
En el estudio, publicado en 'Journal of
Clinical Investigation Insight', se demostró que la hormona cambiaba la actividad
en redes cerebrales clave en reposo, lo que estaba vinculado con una
disminución de la aversión sexual y un aumento de la actividad cerebral
asociada con la excitación sexual. Los científicos también observaron que la
hormona estimuló varias redes en el cerebro involucradas en el estado de ánimo
y la depresión.
El profesor Waljit Dhillo, profesor de investigación del Instituto Nacional de
Investigación en Salud británico (NIHR, por sus siglas en inglés) y autor
principal del estudio del Departamento de Medicina de Imperial, apunta:
"Aunque previamente hemos investigado cómo esta hormona afecta al cerebro
cuando está en un estado activo, es la primera vez que hemos demostrado también
que afecta al cerebro en su estado basal, estado de reposo. Estas ideas
sugieren que la hormona podría usarse algún día para tratar enfermedades como
el bajo deseo sexual o la depresión".
El doctor Alexander Comninos,
primer autor del estudio y catedrático honorario de Imperial, apunta:
"Nuestros hallazgos ayudan a desentrañar los muchos y complejos roles de
la hormona natural kisspeptina, y cómo organiza las
hormonas reproductivas, así como la función sexual y emocional. Los problemas psicosexuales, como el bajo deseo sexual, afectan hasta a
una de cada tres personas y pueden tener un efecto devastador en el bienestar
de una persona y de la pareja. Estos hallazgos abren vías para la kisspeptina como un tratamiento futuro para estos
problemas, aunque hay todavía queda mucho trabajo por hacer".
En el nuevo estudio, financiado por el Instituto Nacional
para la Investigación de la Salud y el Consejo de Investigación Médica, los
autores dieron a 29 hombres sanos una infusión de kisspeptina
mientras evaluaban la actividad cerebral en un escáner de resonancia magnética.
Una vez en el escáner, se mostró a los voluntarios varias imágenes temáticas:
imágenes sexuales (como pornografía), imágenes negativas (como un accidente
automovilístico) e imágenes neutrales (como una taza). Los autores
monitorizaron la actividad cerebral de los voluntarios mientras observaban las
imágenes, además de medir su actividad cerebral en reposo.
Durante los experimentos, realizados en colaboración con
'NIHR Imperial Clinical Research
Facility' y el 'Imanova Center for Imaging Sciences', también se les pidió a los voluntarios que
completaran cuestionarios para evaluar diversos comportamientos, como la
aversión sexual (por ejemplo, anotando palabras como 'frígido' y ' poco
atractivo' dependiendo de cómo se sintieron en ese momento).
Actividad hormonal
en redes de procesamiento social y emocional
El equipo de investigación solicitó a los mismos voluntarios
que completaran las exploraciones y las pruebas mientras recibían una infusión
de placebo. Los voluntarios no sabían si estaban recibiendo la hormona o el
placebo en cada visita, lo que permitió a los científicos comparar directamente
la actividad cerebral y el comportamiento normal del voluntario con sus
respuestas mientras recibían la hormona.
Los resultados revelaron la actividad hormonal alterada en
redes específicas del cerebro en reposo. Un aumento en esta actividad se
relacionó con una menor aversión al sexo y una mayor actividad cerebral en las
áreas involucradas en la excitación sexual.
Específicamente, los investigadores encontraron actividad
hormonal alterada en la Red de Modo Predeterminado y en la Red Salience, que tiene roles clave en el procesamiento social
y emocional. También se encontró que la hormona estimula las conexiones clave
del estado de ánimo en el cerebro y esto aumenta la actividad en los centros
clave del estado de ánimo cuando se presentan imágenes negativas como las de
los accidentes automovilísticos. Además, se vio que la hormona disminuye el
estado de ánimo negativo en estos voluntarios.
Comninos concluye: "Hemos realizado
estudios previos que demostraron que la kisspeptina
puede activar áreas específicas del cerebro implicadas en el sexo y las
emociones. Sin embargo, este estudio mejora aún más nuestro conocimiento de la
hormona. Nuestros hallazgos sugieren que puede influir en redes enteras en el
cerebro, incluso cuando no estamos haciendo nada, y esto está vinculado a la
función sexual y emocional posterior. En conjunto, estos hallazgos proporcionan
la base científica para investigar tratamientos basados en kisspeptina
en pacientes con trastornos psicosexuales y del
estado de ánimo, que son grandes problemas de salud y que frecuentemente
ocurren juntos".